jueves, 14 de enero de 2010
martes, 12 de enero de 2010
EL GUERNICA . MODERNISMO.
Guernica es un famoso cuadro de Pablo Picasso, pintado en los meses de mayo y junio de 1937, cuyo título alude al bombardeo de Guernica, ocurrido el 26 de abril de dicho año, durante la Guerra Civil Española. Fue realizado por encargo del Gobierno de la República Española para ser expuesto en el pabellón español durante la Exposición Internacional de 1937 en París, con el fin de atraer la atención del público hacia la causa republicana en plena Guerra Civil Española.
En la década de 1940, puesto que en España se había instaurado el régimen dictatorial del general Franco, Picasso optó por dejar que el cuadro fuese custodiado por el Museo de Arte Moderno de Nueva York, aunque expresó su voluntad de que fuera devuelto a España cuando volviese al país la democracia. En 1981 la obra llegó finalmente a España. Se expuso al público primero en el Casón del Buen Retiro, y luego, desde 1992, en el Museo Reina Sofía de Madrid, donde se encuentra en exhibición permanente.
Su interpretación es objeto de polémica, pero su valor artístico está fuera de discusión. No sólo es considerado una de las obras más importantes del arte del siglo XX, sino que se ha convertido en un auténtico "icono del siglo XX", símbolo de los terribles sufrimientos que la guerra inflige a los seres humanos.
Escultura Modernista en España
El Modernismo como movimiento artístico representaba la libertad, la posibilidad de desarrollar cualquier forma, en contraste con el academicismo anterior. La escultura no fue una excepción.
En realidad, al tratar de la escultura modernista, no necesariamente ha de hacerse al margen de la arquitectura, ya que es muy frecuente encontrarla integrada en los edificios como un arte decorativo. Aunque esto no es exclusivo de la arquitectura modernista, si es nuevo el grado de implicación. Muchos escultores colaborarán con los arquitectos, algunos de forma anónima, como los que trabajaron con Gaudí en la decoración de la puerta del Nacimiento de la Sagrada Familia de Barcelona.
También habrá escultores que desarrollen su actividad de forma independiente, libres de los compromisos arquitectónicos. La escultura modernista es marcadamente sensual, mezcla realismo y simbolismo, pretende trascender la anécdota que el naturalismo había puesto en primer plano, y por ello, mirará hacia el simbolismo.
La eclosión de la escultura modernista se produce con Josep Llimona, Miquel Blay, Enric Clarasó y Eusebi Arnau, todos ellos influidos por Auguste Rodin, cuyo simbolismo se manifestó a través de la figura femenina de un marcado idealismo, capaz de despertar un sentimiento o una emoción.